Hay algo mágico que sucede cuando una mujer decide contar su historia. No importa si es de superación, de cambio, de pérdida o de amor propio; cada palabra tiene el poder de tocar a alguien que la lea o la escuche. En ZULU, creemos que las experiencias no se cuentan solo para recordar, sino para transformar.
Cuando compartimos, dejamos de sentirnos solas. Nuestras vivencias se convierten en espejos donde otras pueden verse reflejadas y, al mismo tiempo, en faros que iluminan caminos nuevos.
En la comunidad, hemos visto lágrimas convertirse en sonrisas, dudas transformarse en decisiones valientes, y silencios llenarse de voces que inspiran.
